La lucha contra el virus de la violencia en la niñez

Educación

El Coronavirus provocó la peor crisis sanitaria de esta generación. El virus que causa la enfermedad por COVID-19 vino a alterar rápidamente el contexto de las familias salvadoreñas. Las medidas de protección (necesarias debido a la pandemia) también alteraron la rutina de los niños. Los vulnerables fueron más vulnerables. Muchos niños estuvieron más expuestos a maltratos, descuido, violencia, estrés psicoemocional infantil; un impacto negativo en su desarrollo.

Según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), el 36.1% de 0 a 17 años viven sin alguno o sin ambos padres (por abandono, migración o muerte). En 2017, la Fiscalía General de la República reportó que, del total de delitos sexuales denunciados contra la infancia, el 92% fue contra niñas o adolescentes.

Tratando de contrarrestar esas cifras, en agosto de 2019, el Ministerio de Educación (MINED) lanzó el programa de Consejerías Escolares, cuya finalidad es crear un espacio de prevención de la violencia y riesgos sociales; a través de la promoción del auto cuido, detección, atención y derivación y seguimiento de situaciones de crisis emocionales que enfrenten niños y jóvenes.

Pero ¿cómo ayudar a los niños y jóvenes cuando se está lejos de ellos? Cuando las escuelas están cerradas.

La respuesta: poniendo a disposición psicólogos en los 14 departamento del país. Establecer comunicación directa (vía telefónica gratuita) entre los profesionales y quienes necesitan ayuda (estudiantes, docentes, madres, padres y referentes de familia).

El resultado: 322 niñas y 298 niños pidieron algún tipo de ayuda; 254 madres y 35 padres también solicitaron asistencia telefónica. El departamento en el que se reportaron más casos fue Cabañas (297); mientras que en Ahuachapán fueron 34.

De acuerdo a las cifras del programa de Consejerías Escolares, en el presente año atendieron 1,468 casos y 1,944 atenciones de seguimiento (3,412 en total), la mayoría de estos (592) vinculados al estrés. Pero también atendieron casos de miedos, pánicos y fobias (219); violencia Sexual: abuso, acoso, violación (31); sospecha de síntomas psicóticos (27); ideas suicidas (26); e intento suicida (12). En total, 69 clasificaciones de ayuda que van desde vergüenza hasta violencia feminicida.

Foto de Jeydi Martínez

Las edades de niños y jóvenes que pidieron ayudan van desde los 4 años hasta 22.

El protocolo de atención “regula las acciones que debe implementar el personal de las Consejerías Escolares, en los procesos de detección, intervención (atención), derivación y seguimiento ante una situación de violencia cometida o detectada en el ámbito escolar”.

El Protocolo de Actuación también detalla la ruta a seguir:

· Detección: Al tener conocimiento o identificación de casos, situaciones de violencia escolar o riesgos sociales, se procede a analizar los indicios o hechos, para la atención psicosocial y asesoría jurídica necesaria en cada caso específico.

· Atención psicosocial y asesoría: El proceso se realiza abordando a la víctima o personas vulneradas para conocer la realidad de los hechos y poder proteger, atender, asistir, asesorar y los trámites judiciales y denuncia.

· Derivación: La derivación, de acuerdo al caso, se realiza al sistema nacional de salud, y se asesora sobre el Sistema Nacional de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, a fin de trasmitirle seguridad jurídica en el proceso al cual se someterá.

· Seguimiento: Se da seguimiento en relación a la atención psicosocial y asesoría jurídica en cada etapa del proceso al cual se esté sometiendo la víctima, hasta la finalización de dicho proceso.

Una vez completados los procesos, se cierran los casos. Del total de casos reportados el presente año (3,412), 1,101 continúan abiertos.

Los salvadoreños no tenemos salud mental, pero esa barrera ha comenzado a romperse. Los niños, jóvenes están pidiendo ayuda. Y por ello, el trabajo que se realiza desde la Consejerías Escolares debe fortalecerse.